¿Por qué la gente se siente atraída por las apuestas deportivas?

Las investigaciones han demostrado que nuestro cerebro tiene un centro especial responsable de la recompensa. Es el centro de todos los placeres que existen en nuestras vidas: los juegos de azar, la comida, algunas drogas, la música y el sexo. El centro de recompensa libera dopamina (la hormona de la felicidad). La estimulación constante de esta secreción hace que algunas personas dependan del patógeno. Dato interesante: diferentes patógenos afectan a cada persona de manera diferente. Para algunos, el estimulante más fuerte es la comida y, para otros, el juego.

Las empresas y los desarrolladores de juegos saben cómo funciona el centro de recompensas y hacen todo lo posible para que la gente regrese por una dosis de dopamina. Una situación bastante común en los juegos es obligar al jugador a completar varias tareas para poder recibir una recompensa que en realidad es inútil en la vida real. Cuando se completa una tarea, una persona se siente feliz. Vuelve una y otra vez para ser aún más feliz. Luego, el desarrollador agrega nuevas funciones pagas. Y el jugador quiere probarlos porque el cerebro le dice: quiero otra dosis de dopamina.

La misma idea funciona en la psicología de las apuestas deportivas: para ser feliz, la gente apuesta con dinero real. Cada vez que un jugador gasta dinero en apuestas, se pone feliz. A veces es físicamente imposible detenerse: el cerebro cree que perderá la fuente de dopamina. Encuentre algunas formas más de ser feliz. El ejercicio regular es una buena actividad que hace que nuestro cuerpo produzca dopamina sin ningún riesgo.